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Los datos más recientes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, UIT, revelan que tres cuartas partes de la población mundial no pueden leer esto.

Para muchos de nosotros pareciera imposible vivir sin Internet, pero más allá de nuestra burbuja digital y aunque la pandemia por Covid-19 ha impulsado la conectividad, la capacidad de conexión en el planeta sigue siendo profundamente desigual y los más pobres se encuentran rezagados. 

Se estima que el 37 % de la población nunca se ha conectado a una red y cientos de millones más solo pueden conectarse con escasa frecuencia a través de dispositivos compartidos o unas velocidades que limitan notablemente la utilidad de estas conexiones.

Según la UIT, el organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías de la información y la comunicación, del 2019 al 2021 aumentaron el número de usuarios de internet en un 17 %, dejando una cifra de 4.900 millones de cibernautas.

Este abismo en la conectividad pone en desventaja a grupos poblaciones marginados, entre ellos las mujeres, donde cuatro de cada cinco siguen careciendo de conexión en los países menos adelantados (PMA). A este hay que sumar los retos que significan enfrentarse al analfabetismo, la pobreza, un acceso limitado a servicios básicos y la falta de competencias digitales.

Te compartimos algunas conclusiones del informe emitido por la UIT

 

La brecha digital de género se está reduciendo a escala mundial, pero siguen existiendo grandes diferencias en los países más pobres:

  • El 62 % de los hombres utiliza Internet, frente al 57 % de las mujeres.
  • Aunque la brecha digital de género se ha reducido en todas las regiones del mundo y prácticamente se ha eliminado en el mundo desarrollado (el 89 % de los hombres y el 88 % de las mujeres gozan de conexión), siguen existiendo grandes diferencias en los países menos adelantados (31 % de los hombres frente al 19 % de las mujeres).
  • La brecha de género sigue siendo especialmente mayor en África (35 % de los hombres frente al 24 % de las mujeres) y en los Estados Árabes (68 % de los hombres frente al 56 % de las mujeres).

 

La brecha entre las zonas urbanas y rurales, aunque menos pronunciada en los países desarrollados, sigue planteando un obstáculo importante para la conectividad digital en el resto del mundo:

  • A nivel mundial, los habitantes de las zonas urbanas tienen el doble de probabilidades de utilizar Internet en comparación a los de las zonas rurales (76 % frente al 39 %).
  • En los PMA, los habitantes de las zonas urbanas tienen casi cuatro veces más probabilidades de utilizar Internet que los de las zonas rurales (47 % frente al 13 %).

 

La brecha generacional es evidente en todas las regiones del mundo:

  • En promedio, el 71 % de la población mundial de entre 15 y 24 años utiliza Internet, frente al 57 % de los demás grupos de edad.
  • Esta brecha generacional es más pronunciada en los PMA, donde el 34 % de los jóvenes goza de conexión, frente a tan solo el 22 % del resto de la población.
  • El hecho de que la tasa de adopción sea mayor entre los jóvenes es un buen augurio para la conectividad y el desarrollo. Por ejemplo, en los PMA, la mitad de la población tiene menos de 20 años, lo que sugiere que la tasa de conexión de los mercados de trabajo locales irá aumentando progresivamente, al tiempo que estos van adquiriendo conocimientos en tecnología con la incorporación de más gente joven a la población activa.

 

La UIT sigue realizando un seguimiento de la evolución de la brecha digital en el mundo:

  • Las cifras de la UIT también revelan una brecha entre la disponibilidad de las redes digitales y la tasa de conexión real. Aunque, en teoría, el 95 % de la población mundial podría acceder a una red de banda ancha móvil 3G o 4G, miles de millones de personas siguen sin conectarse.
  • La falta de competencias digitales y el desconocimiento de las ventajas inherentes a la conexión generan otro cuello de botella, que se ve agravado por la falta de contenidos en idiomas locales, así como por interfaces que exigen competencias de lectoescritura y aritmética de las que muchas personas carecen.

 

  >>Con información de ITU aquí