La jornada comenzó desde temprano, a las 5:30 a.m. en el Campus Tagaste, con una oración que marcó el inicio del viaje. Durante el trayecto, los participantes hicieron una breve parada en Ventaquemada, donde disfrutaron de un típico desayuno boyacense y recargaron energías. Luego, antes de llegar a su destino principal, visitaron uno de los sitios más emblemáticos de la zona: La Mano del Artesano, un espacio para la contemplación, la fotografía y la conexión con la tradición artesanal local.

El momento más esperado fue la llegada al Monasterio Desierto de la Candelaria, fundado en 1604 por Fray Mateo Delgado, considerado la cuna de la recolección en América Latina. Los estudiantes recorrieron sus históricos pasillos, visitaron su museo, conocieron objetos de gran valor espiritual y cultural, y participaron en una carrera de observación que los invitó a indagar, compartir y aprender de los frailes recoletos que hoy habitan este espacio sagrado.