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Jenny Vanessa Segura, estudiante de la Universitaria Agustiniana, nos cuenta desde su visión, cómo se vivió la actividad organizada por la ESUNA.

Debido a la motivación de los estudiantes de espiritualidad y el apoyo de la Universitaria Agustiniana, el pasado viernes 11 de septiembre, en la cancha de baloncesto de la sede Tagaste, a las 7:00 p.m., tuvimos la oportunidad de prender una fogata y en medio de velas encendidas hicimos una oración por la paz, brindándonos la posibilidad de experimentar diversas actividades de integración, de reconocimiento y compromiso, que tanto necesitamos en nuestro interior para así poder brindarla con amor a los demás.


Esa paz que tan esquiva parece en ocasiones, que anhelamos tanto, que evoca sentimientos encontrados, como esa llama de las velas que en momentos parece extinguirse inevitablemente.

En la UNIAGUSTINIANA, nos han enseñado valores y principios que nos hacen seres humanos integrales, valorando no sólo lo material, sino también dándole gran importancia a lo espiritual, lo ético y moral.

Por esta razón surgió la motivación en nosotros los estudiantes, encontrando la esperanza y la capacidad, para formar este encuentro, en el cual compartimos canelazo, masmelos , experiencias; forjando el sentido de la amistad y manteniendo el objetivo principal del encuentro, en el cual se destacó la reflexión de las velas y la fogata en nuestras vidas, ya que al sostenerlas se apagaban en nosotros y surgía la necesidad de no permitirlo y nos abrazamos manteniendo juntos esas velas encendidas como queriendo decirle al señor que la paz está en nuestras manos y esa luz que nos brinda calor, entendimiento, seguridad permanecería con ayuda del prójimo.

Siendo el grupo esa fogata permanente que permitía encender las velas de cada uno. Unidos pedimos al Señor para que se iluminaran los corazones de quienes promueven la guerra, para que en la mente de esas personas se acaben los odios, el rencor, los intereses de poder y solamente nos dejen un país que podamos gobernar sin resentimientos, sin injusticia social y formar una hoguera. Al momento de la oración uno de nuestros compañeros dijo lo siguiente “Señor, como quisiera que la vida fuera para todos, buscar la felicidad en la paz, el respeto y el amor. Que el poder más alto fuera el tuyo y el bien más preciado fuese el bienestar del otro.”

Nuestro objetivo es sensibilizarnos y pensar en formar una hoguera, que sea difícil de apagar para buscar la paz, ejerciendo la paz como argumento. Unirnos como estudiantes, amigos, familia y elevar nuestras oraciones, ser todos cómplices, hermanos, compañeros y amantes de la paz. Un grupo que seguirá unido, para practicar los principios espirituales que nuestra universidad, nuestras familias y la vida misma han forjado en nosotros.

Por: Jenny Vanessa segura peña
Estudiante de la UNIAGUSTINIANA