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Crónica de la Semana Santa en la vereda la Libertad Tujua Municipio de Orocué en el Casanare

La misión empieza desde la salida del bus en la terminal de transportes de Bogotá el sábado 28 de marzo con destino al municipio de Puerto Gaitán en el Meta, al llegar allí tomamos un yate que nos conduce por el río Meta hasta el municipio de Orocué en el Casanare,  ya en Orocué me dirijo a la Parroquia nuestra señora de la candelaria, esta parroquia está a cargo de lo O.A.R. (Orden de Agustinos Recoletos), me reúno con seminaristas, frailes y sacerdotes que como yo buscan llevar en su corazón la alegría de Cristo resucitado y compartirla con aquel que no quiere morir por sus pecados para que viva en Dios y Dios en el.

Con el Padre Ángel Jair Córdoba O.A.R., me dirijo a la vereda que me han asignado para la Celebración Eucarística del Domingo de Ramos, al llegar a la vereda identifico que es muy grande y hay una gran distancia entre unas fincas y otras.

Al terminar la eucaristía el padre menciona que al dejar a este misionero el compromiso de velar por la comunidad ésta también tiene el compromiso de acompañarlo en todas las actividades. Que si lo ven muy delgado engordarlo y que si está gordo mantenerlo estable.

En estos 5 años he descubierto que si estas comunidades apartadas de la geografía Colombiana son muy subsidiadas por parte del estado y de la empresa privada, como ha sucedido con las petroleras, las cuales los han mal acostumbrado a recibir más no a dar no se conseguirá un desarrollo real.

He notado un gran avance, y es que el amor de Cristo se ha apoderado de ellos y han cambiado esa mentalidad gracias a las obras de misericordia que acompañado del misionero vivimos durante la Semana Santa, el padre se despide y se marcha de regreso a Orocué.  

La misión me recordó nuevamente las palabras del Papa Francisco “Ningún Teólogo puede explicar el amor que Dios nos tiene”, por que para mí es palpable, o acaso qué hace que una pareja después de 50 años de casados por la iglesia católica quieran seguir transmitiendo a sus hijos esta formación y vean en ella el éxito de sus vidas tanto sus padres como sus hijos, que testimonio.

 

Esta es mi misión, que fue exitosa por que se celebraron todos los acontecimientos de la Semana Santa, tanto en la vereda como en la parroquia, una comunidad que me vuelve a solicitar para la Navidad, siempre que me proponen esto me hace interrogarme y pensar, algo tuve que despertar en ellos y agradezco a Dios y a la UNIAGUSTINIANA por creer en mí, y que sin duda nunca me cansaré de seguir en este caminar que nos conduce a la Paz que tanto anhelamos, por que yo creo que en la formación de los niños y jóvenes está el futuro, creo que la iglesia está encaminada en proclamar el amor, la reconciliación, el perdón y también creo que todos debemos ponernos los zapatos para evangelizar y dedicar tiempo a la formación tanto cristiana como intelectual de los habitantes de nuestra patria Colombiana.

Crónica de Jorge Andrés Trujillo
Integrante Grupo de Diaconía ESUNA