Pasar al contenido principal

Manuel Ricardo Taborda Ramírez, estudiante del Programa de Tecnología en Gastronomía, quien actualmente cursa sexto semestre en la Uniagustiniana, viajó de intercambio a la Universidad de Caxias del Sur, en Brasil, Caxias do Sul.


De acuerdo a la receptividad y la experiencia, Manuel Ricardo Taborda, cree: “la comunidad académica fue bastante receptiva, sobre todo al principio de la experiencia, ya que al no hablar el idioma ofrecieron su ayuda de una manera constante. Comenzando con los profesores, considero que su nivel general es superior, ya que los docentes de la UCS (Universidade Caxias do Sul) continúan con su formación (como doctorados y maestrías) además que su currículo es más detallado e impresionante. Siguiendo con el nivel de los estudiantes, es muy bajo, ya que muchos de ellos no tienen ciertas técnicas básicas muy claras, sin embargo, había compañeros que su nivel era bastante bueno, esto gracias a su experiencia laboral. Ya por último el nivel de investigación en general de la UCS es muy bueno, es de las primeras a nivel Brasil, aunque no tiene investigaciones para el área de gastronomía, llegué a conocer personas que tenían becas por investigación”.

im-cocinando


Respecto a las Instalaciones, construcción y campus, Manuel Taborda, ha calificado las instalaciones, como: “bastante impresionantes, los salones eran bastante grandes, cada uno con su proyector y computador, los laboratorios de gastronomía eran impresionantes ya que estaban muy bien dotados con diferentes implementos necesarios, el problema era la cantidad de salones prácticos. Además que se encontraban en una ciudad cercana, la U prestaba los servicios de movilización; en cuestión de la cafetería tenía bastantes, ubicadas en diferentes zonas, estas eran independientes a la UCS, solo hacían parte de sus instalaciones yo supongo pagando una renta; de la biblioteca no puedo hablar mucho ya que solo entré una vez, los baños estaban muy bien, y los espacios de ocio también, algo que en general que me encantó es que tiene muchos dispensadores de agua”.


En lo que respecta a la relevancia del contenido de las asignaturas, para Manuel, no fue bastante relevante, “ya que muchas cosas que los maestros enseñaban, ya las sabía, muchas cosas se repiten entre materias en el caso de la UCS, tanto en confitería básica como en avanzada tenían demasiados tópicos parecidos”.

 

cocinando-2

En experiencia, práctica y traslados: “La Metodología de enseñanza fue adecuada, ya que la frecuencia fue de una vez a la semana, si la clase era de 2 créditos, eran 2 horas por semana, y si eran de 3 créditos eran 3 horas a la semana, la cuestión es que como era en otra ciudad sería como hora y media extra por día, los parciales eran por lo general prácticos, pero los teóricos eran bastante sencillos, nada muy complicado; en cuestión de las clases magistrales dependía de cada profesor, a ciertos profesores les gustaba seguir recetas en concreto, en cambio a otros maestros, nos dejaban experimentar ya que solo nos daban la materia prima”, afirma Manuel Taborda.

 


Es importante destacar en cuanto a bienestar institucional: deportes, ferias, actividades culturales; cada carrera tiene algo que se llama “Semana Académica”: “es donde se realizan diferentes labores todos los días, las cuales van acorde al área, que se convierte en una oportunidad de aprovechar, ya que son tópicos que no están en el plan de estudios”.
Para finalizar Manuel Taborda, hace énfasis en su experiencia, destacando lo bueno, lo malo, lo positivo y agradable, que lo han nutrido como ser humano y como profesional en formación: “mi experiencia fue bastante grata en varios aspectos y decente en otros, ya que el intercambio no cumplió ciertos objetivos marcados desde un inicio, pero tres aspectos hicieron que los meses se volvieran gratos, que fueron mi evolución en el portugués, mi crecimiento profesional y amistades que hice estando allá. Mis inconvenientes comenzaron a surgir cuando me di cuenta que el nivel de la escuela no era el que me esperaba, y tampoco ayudaba el hecho en que la ciudad donde vivía era demasiado pequeña, ya que me sentía encerrado todos los días, entré en una monotonía muy rápido, haciéndome pensar que no valía la pena, además varios aspectos como la política y los precios de la comida tampoco ayudaba. En general las personas eran muy amables, pero a la larga era algo que también me llegó a aburrir, pero entre más viajaba fuera de la ciudad menos disfrutaba donde vivía, pero cuando viajaba me volvía a sentir vivo, y el que más disfruté ni siquiera fue cuando estuve en Rio de Janeiro o Sao Paulo, sino cuando fui a Florianópolis, ya que ahí estuve con personas muy lindas en un momento claves del intercambio”.

amigos


Su experiencia en el intercambio lo ha cambiado un poco, ha logrado que sea más analítico y crítico, así lo expresa Manuel Ricardo Taborda Ramírez: “me faltaron hacer muchas cosas, fui con varios objetivos, los cuales no conseguí completar, como aprender mucho sobre la gastronomía brasilera, pero muchas otras cosas sí, es complicado hablar de eso, siento que evolucioné personalmente en varios aspectos, pero al mismo tiempo en otros volví igual; lo importante es que me debo centrar en las cosas positivas, pero al mismo tiempo ver el intercambio de cierta manera crítica. Mi recomendación es no hacer intercambio, te atrasa materias en la mayoría de los casos, y es costoso, yo pienso que es mejor prácticas empresariales en el extranjero con el apoyo de la universidad y usando sus convenios, aunque son menos que los del intercambio”.