La historia de los orígenes de la Inteligencia Artificial (IA) se remonta a mitad del siglo XIX, cuando el matemático George Boole, infiere por primera vez la posibilidad de que el razonamiento lógico podría sistematizarse del mismo modo como se resuelve un sistema de ecuaciones.
Sin embargo, solo hasta 1950 con el Test de Turing publicado en el ensayo Computing Machinery and Intelligence, el británico Alan Turing propone una prueba de comunicación verbal hombre - máquina que examina la capacidad de los aparatos de hacerse pasar por humanos.